Creencias, usos y costumbres
Por Jorge A. Gianella
Si uno busca una
definición del matear o tomar mate probablemente se encuentre con una
significación como la siguiente, “Una bebida típica
Argentina”, “costumbre arraigada en la argentina y extendida por el Uruguay, el
Brasil y el Paraguay”, en lo personal creo que es mucho más que eso.
Si bien es una bebida
porque es líquida e ingresa a nuestro cuerpo por la boca, su valor radica
esencialmente por ser una tradición, un placer y forma de preservar valores;
con esta expresión podrían pensar que ya estoy afectado en mi cerebro, pero
no y trataré de ser más claro.
Si uno está solo. El
mate es una compañía, que nos ayuda a calmarnos un poco, cuando prestamos
atención para que no se nos pase el agua, como así también, cuando nos disponemos
a matear, nos vamos acercando a la reflexión, nos estamos regalando un tiempo,
como para saciar ansiedades y disponernos a un encuentro con nosotros mismos y
porque no, también recordar momentos
agradables que nos provoquen hasta una sonrisa, la añoranza de seres que se han
ido y vienen aunque más no sea en la espuma del mate, desde el más allá o la
lejanía.