lunes, 27 de junio de 2016

El Arpa en el folklore

por Jorge Gianella

Isbelio Godoy  y un grupo de músicos en 1952
Un instrumento casi olvidado en el folklore Argentino, es el Arpa, claro podremos asociarla, sin duda, a la música del Paraguay, a la música llaneara de Venezuela, al Folklore peruano o también a la música de Chile o Méjico; pero no podemos olvidar la profunda raíz dentro del folclore argentino que tiene este instrumento mágico.
Aquel que llegó a las tierras  americanas con Sebastián Gaboto, en 1526, se sabe también, que Martín Niño, fue el primer ejecutante de este instrumento que se  conoce en el Río de la Plata, al que los documentos mencionan como un "hábil tañedor de arpa".

Es quizás la más conocida en argentina, de las menciones del ejecutante de arpa, la que hace José Hernández en 1879, en el canto XXIII de La Vuelta de Martín Fierro cuando dice: “Un nápoles mercachifle,/ que andaba con un arpista…”.
Leopoldo Lugones, en Poemas Solariegos, publicado en 1928 dice: “El arpista era Ildefonso/ moreno crespo y jovial/ que tocaba con empeño igual/ una chacarera o un responso./ Pues lo mismo oficiaba con el cura,/ que hacía buena figura/ en la tertulia más arriesgada,/ donde no pocas veces salió de la aventura/ con el arpa baleada…. ”.
El Arpa se afincó primero en los salones urbanos, como un gran entretenimientos de las damas, (se pueden ver en varios museos miniaturas decoradas con ese motivo),  de allí, fue desplazada luego con la llegada del piano, pero donde tomó verdadera forma en la música argentina fue en el ámbito rural, con la gran influencia guaraní  en Corrientes y ya integrando el conjunto folklórico tradicional en el noroeste argentino; basta recordar algunas canciones de esta región para confirmarlo:
Ricardo Arrieta en su vals criollo CÓRDOBA DE ANTAÑO, dice: “Los bailes en los patios, / el mandolín, el arpa, / la chispa de Cabeza,/ recuerdos de mi ayer.” Canqui Chazarreta en ESQUINA AL CAMPO dice: “Viejos churos de mi pago / de estilo humilde y gentil,/  sus arpas bordaron notas / que aún guardan las noches zamberas de aquí.” Y más adelante, “Esquina al campo, como mistoles / eran las coplas armadas allí, / maduraban en verano/ con un ciego al arpa / y otro al violín.” En otro de sus tema, ZAMBITA DEL MUSIQUERO:    “Zambita que traes cantares de ayer, /   sembrando misquila de arpas”.
Si tomamos a don Atahualpa Yupanqui el nos dice en NOSTALGIAS TUCUMANAS: “Zamba para bailar,/ arpa, bombo y violín,/ recuerdos y esperanzas/  en los pañuelos, ay, ay de  mí”; también los Hermanos Abalos nos dicen en la ZAMBA DE MI PAGO: “Un violín gemidor / junto a un bombo legüero / y un viejo arpero/ nostalgias me traen de ande soy”.
 Víctor Abel Giménez en  VIEJITOS DE MI PAGO dice : “hablaba del cumpa Chaza, / del ciego Aguirre el Arpero,/  evocando aquellos tiempos / que también fue musiquero.”
Y si nos venimos por Salta Castilla y Portal dicen en ZAMBA DEL CIEGO: Ustedes que están cantando / están cantando mis ruegos / porque esta zamba ha nacido / dentro del arpa de un ciego. 
Pero, hablar del Arpa en Salta, nos trae indefectiblemente a la memoria, la figura de don Isbelio Godoy, quien si bien había nacido en el Paraguay más precisamente  la región del Guaira, en pequeño pueblo ubicado a 7 Km. De la ciudad de Villarrica, llamado Mbocayaty cuyo significado en guaraní es Cocotal,  el 27 de noviembre de 1926 y se afincó en Salta en 1949, convirtiéndose en un salteño más a la hora de difundir nuestra cultura.

Sobre él podemos decir que se inició como arpista a los 8 años, luego formó parte de la Orquesta de Cañeta, con la cual recorrió el Brasil y al desvincularse de esta formó el trío Pájaro Campana, con el cual llegó a Salta, contratado por la entonces Radio LV9 Radio Güemes.
En 1950 se casó con la salteña Olga Ohse, (Pianista y artista plástica), con ella en el piano se inició una etapa muy importante y giras por todo el país, las audiciones radiales en vivo, generaban en los oyentes de Salta una gran predilección y fue así que se adentró también en el corazón de la gente.
Isbelio Godoy, en Boliche Balderrama, Salta 1974
Peñas, festivales, grandes eventos, lo tenían entre sus preferidos, podemos recordar su actuación ante los reyes de Bélgica Balduino y Fabiola en su visita a Salta o siendo parte de la cartelera central de algunos festivales que nacían en la región, como en 1974 la Serenata Cafayate, solo por citar alguno.
Su sensibilidad creadora lo llevó a componer con grandes personalidades de Salta, entre ellos podemos mencionar a Ariel Petrocelli, José Argentino Di Giulio, Abel Mónico Saravia trayendo nuevamente al presente el canto del arpa. Entre sus temas podemos mencionar: Tu trenza morena (con Mónico Saravia), Perú de Oro, Guarania y Mujer, La presencia de mi pueblo, Gato del acuyico, Coyuyo de obraje, Arpa en una zamba (con Petrocelli), Murmullo de Selva, Arpa tanguera, El Lunar, La Sanjuanina, a orillas del plata, bailando juntitos, El mielero, Vals de los 15 años (Con Di Giulio), una gran cantidad de temas para Arpa como Molienda Campesina, Alma Guaireña, A los arriero, Te conocí en otoño y Cocotal este último dedicado a su pueblo natal.
Grabó 14 placas discográficas Isbelio, aquella titulada “Tangos”, le valió una admirable crítica en el diario Clarín de Buenos Aires, resaltando el logro de este disco que pudo sortear la limitación del instrumento (falta de semitonos) con una gran interpretación.
Algunos que peinan canas, recordarán sus actuaciones, su arpa india, su sonoridad, su presencia; para quienes compartimos con él momentos maravillosos, se nos fue un poco del alma aquel 17 de Mayo de 2000, cuando se fue de Salta, en una eterna serenata a las estrellas.   
Jorge A. Gianella

Revista Pucará – Salta Agosto 2014

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