por: Jorge Gianella
Quisiera
que lo expuesto en este trabajo nos sirva
para conocer un acontecimiento, que da origen a un verdadero cambio en
el destino de la América Hispana, el combate del Tuscal de Velarde, es uno de
los más significativos hechos de armas, ocurrido el 28 y 29 de marzo de 1814, y
considerado uno de los hitos más gloriosos del período emancipador.
Quisiera
presentar de alguna manera el ámbito en el que se desarrolló y los hechos que
se fueron encadenando para que se produzca y los resultados posteriores.
Hasta
1802 el Río Ancho se denominaba Segundo o Río Silleta. En dicho año una inusual
creciente determinó el cambio de su cause original, modificando su trayectoria
e incorporando nuevas tierras para la producción. Estas aguas se incorporaron
al río Arenales y también al Guachipas. La zona ganada para la producción, es
hoy un importante conglomerado urbano de
la zona sur de la Ciudad, con barrios populosos tales como: El Tribuno,
Intersindical, Bancario, San Francisco, Limache, Santa Ana, etc.
Luego
de las derrotas que sufriera el ejército del Norte en Vilcapugio y Ayohuma octubre y noviembre de 1813, Belgrano es
obligado a abandonar el Alto Perú, el prócer procura que el regreso sea lo mas
ordenadamente posible, evitando los excesos.
Hago hincapié en este punto, pues fue muy
criticada la acción de Belgrano en Ayohuma y los errores cometidos en la acción
militar, se rehabilitan en la fuga y las palabras de Mitre al respecto lo ponen
en claro “si en la batalla pudo padecer la fama del General, mostrándose
inferior al vencedor de Salta, en la retirada vuelve a reaparecer el héroe de
alma grande, el patriota de fe incontrastable, que no se rinde bajo los golpes
del infortunio y continúa imponiendo al enemigo y domina a los suyos, por su tenaz
resistencia y fortaleza de espíritu”. (No ocurrió lo mismo cuando este
ejército comandado por Rondeau fue derrotado en Huaqui, donde la anarquía lo
contaminó de excesos).
Haciendo referencia a 1813, dice Mitre en
Historia de San Martín tomo I página 99,... “la revolución, que hasta
entonces había luchado con mediocres generales enemigos y con tropas mal
organizadas, empezaba a encontrar frente a sí jefes entendidos y ejércitos
disciplinados, que no podían contrarrestarse en una campaña regular sino con
mejores generales y mejores soldados”... y llama la atención cuando en la misma página medio párrafo mas
adelante dice: ... “la disciplina, la táctica, la estrategia, la calidad de
las armas y la inteligencia superior del general, serían en adelante
condiciones indispensables de todo triunfo militar de la revolución en toda
campaña ofensiva en que sus ejércitos tuviesen que alejarse de su base de
operaciones. Estas condiciones faltaban y el general predestinado de la
revolución aún no había aparecido. En tal situación el Gobierno volvió sus ojos
a los Generales de la Logia.
(Sigue Mitre) Alvear, que no
tenía por entonces ninguna idea fija en el orden militar, se presentó como
candidato para mandar el ejército del norte, al cual había sido destinado antes
en un rango inferior. San Martín que consideraba de mayor importancia la
empresa sobre Montevideo y que comprendía que
nada decisivo podría intentarse mientras ella no se llevara a buen
término, le cedió de buen grado la precedencia y el honor y en tal sentido
escribió a Belgrano recomendándolo. Pero Alvear, fluctuante siempre y temeroso
de abandonar el teatro de la política, en el que brillaba como protagonista,
volvió sobre sus pasos indicando a San Martín para Ocupar el puesto”.
El
Gobierno de Buenos Aires al tomar conocimiento de los hechos de Vilcapugio y Ayahuma, designa de inmediato al
Coronel José de San Martín, general en jefe del Ejército Auxiliar en apoyo de
Belgrano.
Güemes
quien estaba en Buenos Aires desde el 20 de enero de 1813, había procurado
volver a la tierra Salteña en distintas oportunidades, pues sabía que era aquí
donde se jugaban los destinos de la libertad americana, ve en el nombramiento
de San Martín la oportunidad para su regreso.
San
Martín y Güemes se conocieron en Buenos Aires en ese 1813, y la amistad surgida
entre ambos se mantendrá por siempre, debemos recordar también que entre el
suegro de San Martín don Antonio José de Escalada y Don Gabriel de Güemes
Montero, padre del héroe gaucho existe un lazo de parentesco, tal como lo
aclara el Dr. Luis Güemes en el tomo 2
del Güemes Documentado.
Güemes
pide a San Martín ser incorporado a la fuerza que él comandaría y que iría a
reforzar al Ejército del Norte. Con tal motivo San Martín escribe al Gobierno
Nacional el 6 de diciembre diciendo “el
Teniente Coronel don Martín Güemes lo creo sumamente útil a la expedición auxiliadora
del Perú que vuestra excelencia ha puesto a mi cargo; la opinión y concepto de
este oficial y sus servicios constantes por la causa me hacen interesarme con
vuestra excelencia a fin de que su solicitud tenga el éxito que solicita”.
La
partida de este refuerzo se dividió en tres grupos, en el primero viajaba San
Martín y en el último Güemes. El Gobierno quería que cuanto antes se reforzara
a Belgrano y Güemes quien había recibido sus ascensos unos días antes, debía
concluir con todo lo vinculado a estos trámites y sus sueldos.
San
Martín y Belgrano se encontraron en las proximidades del Pasaje o Juramento y
se detuvieron en Yatasto el 20 de enero de 1814, siguieron luego a Tucumán. El
30 de enero en esta ciudad se enteran de que el Gobierno había dispuesto que
San Martín se hiera cargo del mando del Ejercito Auxiliar y que Belgrano
fuera a Buenos Aires a dar cuenta de su
labor.
El
último grupo de este refuerzo, llegó a Tucumán
el 18 de febrero, Güemes viajaba en el.
Inmediatamente
de su llegada, San Martín dispuso que
marchara a encargarse del mando general de la línea del Pasaje
Quisiera
destacar, que el ejercito permaneció en Tucumán, pues la situación de la tropa
era compleja, luego de las derrotas, su estado anímico, disciplinario y
estructural era un verdadero problema y las deserciones, moneda corriente.
No
cabe duda, Güemes se comprometió ante su jefe de ”sostener la Línea del Pasaje”
con milicianos de la región, San Martín quien conocía perfectamente la
actuación anterior de Güemes y su desempeño confió en su amigo y subordinado.
Apenas
llegó al Naranjo, cerca de Rosario de la Frontera, Güemes se pone en contacto
con don Gavino Sardina a quien le anuncia que trabajarán juntos en la defensa
de la “Sagrada Causa”. Pero es aquí donde quisiera citar las palabras de
Zacarías Yanci que en sus memorias describe tal momento de la siguiente forma: “Desde que fue nombrado (Güemes) el 28 de
enero, jefe de la avanzada del Pasaje, puso todo su interés en levantar el
interés popular de la región a favor de la causa de la Libertad. Y el éxito es
grande y rápido, pues conmueve a todos los habitantes de la campaña, al
hablarles de la ley, de sus derechos. Sopla activamente en sus corazones el
fuego del amor por la patria y enciende en ellos el deseo de vencer y arrojar a
los tiranos que extendían las cadenas de sus crímenes”.
Tan pronto
como el paisanaje tenía noticias de la llegada de Güemes, corre a ponerse a sus
órdenes, sin indagar en la magnitud de los peligros, ni los sacrificios que la
empresa requiere. Los gauchos que antes los habían acompañado en Suipacha, en
la División Salta, en Tarija, corren a unírsele.
Salta
está en manos de los Españoles, que confiados, tienen 2000 hombres repartidos
en Salta y Jujuy. Saturnino Castro, Salteño de nacimiento pero al servicio de
España comanda la Guarnición en Salta.
Una
maniobra que va a demostrar a donde puede llegar Güemes y su gente, con su
audacia, su pericia y valentía, se inicia el 27 de marzo de 1814, por la cuesta
de la Pedrera, desde este punto se avanza hasta las inmediaciones de la ciudad,
donde lo militares españoles descansan, han confiado la defensa de esta posible
entrada a Castro , quien posee un valor reconocido por todos.
Güemes
inicia un ataque contra una avanzada que defiende la entrada de la ciudad, la
sorprende, la derrota y toma prisioneros a la mayoría de los allí destacados,
el resto huye rumbo a la ciudad, llevando la alarma.
Cuadro ganador del certamen "Bicentenario del Tuscal de Velarde" autor: Domingo Gatti - Propiedad Fortín El Tuscal de Velarde - Salta |
Güemes
manda una pequeña fuerza tras de ellos, mientras con el, grueso de sus hombre
se encamina hacia las barrancas del Río Ancho, se interna hacia el valle,
dispuesto a enfrentar al grueso de las fuerzas enemigas. Al advertir que el
cause se encuentra completamente seco, se oculta allí.
El
Sargento Vicente Panana (un mulato de mala reputación) cumple fielmente el plan
de Güemes, pues organiza un escándalo en el centro mismo de la ciudad que el
jefe de la Guarnición española que no es otro que Castro sale a perseguirlo en
la mañana del 29 de marzo, con 80 jinetes, elegidos entre los mejores de la
tropa del regimiento de Partidarios.
Piensa
Castro que se trata de bandidos a los que hay que escarmentar y no de una
estratagema de Güemes que se vale de estos para atraerlo.
Castro
es astuto y una legua antes de llegar al lugar, se detiene en llamado Campo de
Velarde, distante una legua entre Salta y el río.
Antes
que se desbarate el plan, Güemes ataca, en lugar de continuar esperando y
avanza hacia Velarde, al frente de sus gauchos carga sobre los veteranos de
Castro y los pone en fuga.
En
el momento Güemes escribe en un parte a San Martín “Los derrotamos, corriéndolos hasta la banda del Río de Arias: Castro se
escapó de entre las manos del valeroso Capitán Gorriti, han quedado en el campo
el teniente de Caballería Poveda y treinta y tantos muertos y solo 4
prisioneros se pudieron librar, pues fue imposible contener mi gente en la que
no ha habido la menor desgracia. Se han tomado 22 fusiles (y en cada momento se
están encontrando en el monte) 8 sables y algunas cananas, les hemos quitado
muchas mulas y caballos. Yo quedo acampando en este punto, esperando al
nombrado Castro. No tengo expresiones como ponderar a V. E. El valor con que se
han portado los oficiales y tropa de Campesinos”.
Este fue un gran triunfo para las armas
de la patria y este parte será enviado al Director Supremo con un elogioso
informe de San Martín.
La
Victoria permitió a Güemes sitiar la ciudad y el General Pezuela se vio
obligado a retirarse de Jujuy. Los invasores quedaron recluidos y los gauchos
podían moverse libremente por el campo, organizando la defensa de la provincia.
Esta
acción le valió, para que el gobierno Central dispusiera el ascenso de Martín
Miguel de Güemes al grado de Teniente Coronel del Ejército, lo nombrara
comandante general de vanguardia y al expedirle el despacho lo calificara de “Benemérito”,
dándole “las gracias en nombre de la patria por sus eficaces servicios a favor
de la libertad”.
En
mi modesto pensar es quizás esta la acción que le demostró al Gran Capitán que
podía dejar en manos de Güemes y los gauchos la primera etapa del plan
libertador, la de mantener a raya a los invasores. Es decir una pared
infranqueable por el norte que le permitiera organizar el ejército en Cuyo,
para por el oeste libertar Chile y luego una ofensiva por mar y tierra para
libertar el Perú. Güemes aceptó la responsabilidad de tamaña empresa y la llevó
a cabo hasta que las traiciones truncaron el paso final, lo que atrasó la
libertad americana cuatro años, tal como lo afirmara el lugarteniente de
Bolívar el General José Antonio Páez al enterarse de la muerte de Güemes.
Como
testimonio de esta afirmación, quisiera citar las palabras de Mitre en Historia
de San Martín tomo I página 126 .. “Al encargarse San Martín del Ejército
Auxiliar del Perú, no traía ningún plan preconcebido.”...
Marzo
de 1814 es un mes clave, los enfrentamientos de José Apolinario Saravia y su
padre, en Guachipas y Sauce
Redondo, Burela en El Bañado y el
Carril, Gabino Sardina en San Bernardo; con Güemes sitiando Salta, provocan la
incomunicación en el ejército español, el que no podía dimensionar la fuerza a
la que estaba enfrentando. Estos acontecimientos llevan a San Martín a expresar
lo siguiente “Los Gauchos de Salta solos, están haciendo al enemigo una
guerra de recursos tan terrible, que lo han obligado a desprender una división
con el solo objeto de extraer mulas y ganado”
Al
ver los resultados positivos que el pueblo de la Provincia de Salta logra, y
las dificultades que el ejército del Norte plantea en Tucumán que muy bien describe Mitre en la
Página 127 (Historia de San Martín. Tomo I): “al mismo tiempo que
reorganizaba su ejército y remontaba su fuerza, en previsión del ataque y la
defensa, San Martín se constituía en maestro de una escuela militar, teniendo
que educar discípulos indóciles y desaplicados, como él mismo decía: en vez
de aplicarse con mas empeño que nunca a la propia instrucción y disciplina de
la tropa, he tenido el desconsuelo de
verlos abandonados, distraídos y negligentes, dando (los oficiales) más trabajo
que los mismos soldados”.
Esta
realidad, es la que motiva a San Martín, para concebir el plan continental, y
hoy nos permite afirmar que “sin Güemes en la conducción de la defensa del
territorio, el valor y la destreza de los gauchos y el esfuerzo material,
espiritual y humano del pueblo, la libertad jamás se hubiera logrado.”
General
Güemes... La Patria sigue en deuda.
Jorge
A. Gianella
Homenaje
al Combate
del
Tuscal de Velarde
Publicado
en el año 2004
Interesante y compleja historia, contada tan simple que queda al alcance del entendimiento de todo el que la lea...
ResponderBorrarEste enfrentamiento tan bien explicado por Jorge Gianella, tuvo características de Batalla, en virtud de sus consecuencias. En efecto, produjo la retirada general del Ejército de ocupación del Gral. Pezuela, y la reconquista de Salta y de Jujuy que estaba en manos realistas.
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